dijous, 6 de març del 2008

La evolución del fenómeno friki

Aunque se podría considerar que el fenómeno friki está en la actualidad en uno de los momentos más álgidos, considero oportuno determinar la base, al menos en España, a partir de la cual se fomentan todos los vídeos y actuaciones extrañas que están a la orden del día.
Por ello, considero que para hablar de esto, es necesario remontarse a principios de los 90, concrétame al programa vídeos de primera, dirigido por el gran Alfonso Arús. Aunque luego han venido diversas imitaciones y sucedáneos, este es el programa pionero de los vídeos caseros en televisión. Por si no lo recordáis, el programa, con un suculento premio en juego, se basaba en todos aquellos vídeos enviados por la gente en los cuales hubiera un contenido humorístico, fuese del tipo que fuese. Como la naturaleza humana es morbosa por defecto y le gusta ver el sufrimiento de los demás, los vídeos que más humor producían eran los que tenían relación con todo tipo de caídas, lesiones y demás. En resumen, todo lo que tuviera que ver con las ostias que se pegaba el prójimo.
Hasta aquí todo bastante obvio. Lo curioso del fenómeno fue que, con el objetivo de llevarse el premio en metálico, fueron muchos los que vieron el filón y comprobaron que si eso era lo que vendía, eso era lo que iban a ofrecer. Así que lo que hasta ese momento habían sido caídas espontáneas, a partir de aquí se empezó a trabajar en una cultura de la ostia provocada, de hacerlo de la manera más espectacular posible, buscando la mayor originalidad, el mayor impacto, la mayor salvajada... entrando en una espiral de ver quien la hacía más gorda.

Viendo a lo que derivó este tipo de programas, uno podría ver reflejada esta idea en programas mucho más actuales como Jackass. A esto es a lo que me refería cuando antes hablaba de imitaciones varias.
Es evidente que en Estados Unidos, pionero en casi todo (lo bueno y lo malo) este tipo de programas ya se llevaría tiempo haciendo, pero puesto que Videos de primera fue un fenómeno televisivo en toda regla, no me cabe ninguna duda que fue la fuente de inspiración para muchos que esperaban sacar dinero con el mínimo esfuerzo y parte de la semilla de lo que ocurre hoy en día.

Ahora nos situamos en la actualidad. Los medios de comunicación van renovándose y ahora Internet empieza a llevar la voz cantante. Nace el fenómeno Youtube. En este sistema cualquiera puede ser protagonista. Puede colgar un vídeo y que millones de personas te vean con un toque de ratón. Y como el ser humano suele pecar de vanidoso, pues que mejor oportunidad para todo anónimo con afán de protagonismo que aparecer en Youtube y paliar esa necesidad de ser el centro de atención. Como son muchos los que cuelgan vídeos, no sólo es cuestión de aparecer, sino de aparecer a lo grande y, para ello, es necesario, como lo era hace unos años, hacerla cada más grande.

Todo esto me sirve para considerar que, de mejor o peor gusto, el frikismo es parte de la cultura que nos envuelve. La cultura se entiende como aquello que produce la sociedad, así que no se puede obviar que este fenómeno friki refleja la forma de entender las cosas de un conjunto de la población que, a partir de sus actuaciones, provoca sensaciones, del tipo que sean, a aquel que lo observa.
Gustará más o menos, será más o menos criticable, pero hoy por hoy, los frikis de todo el mundo se han hecho un hueco en nuestras pantallas y, por extensión, en nuestras conciencias y forma de entender las cosas.